Carta abierta para vos Padre Melitón, sabemos que la leerás…

Recuerdas el día que llegaste a nuestro pueblo de Villa Carmela. Con una alegría que desbordabas, iniciaste una tarea admirable en tu comunidad, poniendo como predilección a las familias, con un cariño especial sobre cada uno de ellos. Te hiciste cargo como padre. En colectivo o bicicleta te dirigías para celebrar la misa en cada capillita que estaban a tu cargo. TENIAS UN ESPACIO Y TIEMPO PARA TODOS. No sabemos como lo hacías, pero esos brazos abrazaban una y otra vez el dolor de tu gente. En Villa Carmela al ver el dolor de tu gente por un plato de comida, expresaste «NO PODEMOS DE HABLAR QUE DIOS TE AMA CON EL ESTOMAGO VACIO». Iniciaste una tarea en una pequeña piecita que se encontraba al lado de la capilla con una olla grande y entre el fuego de la leña a dar de comer a tus mas elegidos «LOS MAS NECESITADOS». Y luego dijiste LA CASA DE DIOS ES PARA ELLOS, DONDE DEBEN COMER. Cada homilía tuya nos animabas a caminar poniendo la mirada hacia el SEÑOR. Llego providencialmente tu auto Renault color crema, que fue usado como ambulancia, carroza fúnebre, fletes para comprar alimentos en el mercado de Abasto, o sea el AUTO DE DIOS. En algunas oportunidades te preguntábamos ¿ y el auto? y entre risas nos respondías «LLEVARON A DOÑA JOSEFA PARA DIALISIS, Y CREO QUE LO TENDRE A LA TARDE». El PADRE QUE ESCUCHABAS A TODOS. Simple, pobre de entre los pobres. Nunca podremos comprender tu manera admirable de AMAR CON LOS OJOS DE DIOS. En una navidad luego de terminada la Santa Misa en nuestra capilla del Carmen, te trajeron un hombre en delicado estado de salud e inmediatamente te dirigiste al Hospital Padilla. Te preguntamos, ¿pero Padre donde vas? y tu respuesta fue » A CELEBRAR LA MISA CON MI JESUS ENFERMO EN ESTEPOBRE HOMBRE». Sabíamos que tenias un compromiso previo que nos habías comentado pero respondiste cuando te hicimos recordar y tu respuesta fue «ESTA ES MI NAVIDAD. En la sede parroquial era impresionaste la cantidad de laicos que se multiplicaban día a día cada vez que convocabas. Los retiros de hombre y mujeres que tanto extrañamos, jornadas, convivencias, peregrinaciones. Por supuesto con tu campera azul, mate y el termo bajo el brazo. Fuiste el Jesús que lloraste en aquella oportunidad ante la muerte de un pequeño niño que no contaba con servicio para ser velado. Nos pediste que los bancos de la capilla y los candelabros armar para que sea un velatorio digno, mientras tu te encargabas de buscar el cajón. Hacías propio el dolor de tu gente. Cada MISA de los jueves y sábados de las 19hs. esperábamos tu ABRAZO, porque había amor PARA TODOS. Las convivencia de grupos iniciaban los sábados o domingo desde las 8hs. y eran las 21hs. queríamos seguir alabando al SEÑOR. Que fervor contagiabas. Hombre y mujeres de todas las edades trabajando a tu lado para el REINO DE DIOS. Tu casa parroquial abierta y de guardia todo el año ante alguna urgencia por moribundos que buscaban los sacramentos. Llegabas y te llevabas la sonrisa del enfermos y a las pocas horas cerraba sus ojos. Y expresabas GRACIAS SEÑOR LLEGUE A TIEMPO PARA QUE SE FUERA EN PAZ. Habría que dedicar un año completo pero será insuficiente para escribir lo que fuiste para cada uno de nosotros. Ojala que el Señor nos de la oportunidad de iniciar la CAUSA DE CANONIZACION PORQUE ERES MODELO DE SANTIDAD PARA TODOS LOS PASTORES DE MUNDO ENTERO. TE AMAMOS, PORQUE TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES.